Jitanjáfora: juego y poesía

Alfonso Reyes

Después de varios ciclos de dictado en la universidad, es grato observar cómo la magia de un texto sinsentido como el de Periquito el bandorelo se mantiene en la memoria de los estudiantes a pesar del paso de los años. De esta forma puedo comprobar que el ejercicio poético expresado en la jitanjáfora tiene un valor y permanencia casi inexplicable frente al manido tema de “la comprensión lectora” y esta evidencia sería un buen punto de partida para los que tratan de animar a la lectura a niños menores de 5 años. Para explicar esto en detalle debemos repasar unos conceptos básicos, el primero sobre la jitanjáfora en sí.

La palabra fue tomada como término por el poeta mexicano Alfonso Reyes al estar jugando con el poeta cubano Mariano Brull quien usó la palabra jitanjáfora en su creación

Filiflama alabe cundre
ala olalúnea alífera
alveola jitanjáfora
iris salumba salifera.
Olivia oleo olorife
alalai cánfora sandra
miligítara girófara
zunbra ulalindre calandra.

La palabra más sonante, elegida por Reyes, fue tomada para definir a aquella creación que nacía del puro juego de palabras. Reyes indicaba en su ensayo sobre este género que “no se dirigen a la razón, sino a la sensación y a la fantasía”, y, añadimos, como lo descubre intuitivamente el niño, musicalidad. Al respecto de esto hay que aclarar que no es algo totalmente original ya que Brull, por ejemplo, fue seguidor del simbolismo, una corriente que no quería lograr tanto el verso como la musicalidad del lenguaje.

Las jitanjáforas se relacionan con el nonsense (sinsentido) inglés cuyo mayor exponente es Edward Lear y sus limericks. De hecho la tradición popular recoge bastantes producciones de este tipo, una clásica es la conocida

 

Sana, sana,
culito de rana,
si no sanas hoy,
sanarás mañana

que tiene versiones más “populares” con la que juegan algunos los niños españoles:

Sana, sana,
culo de rana,
tres pedos para oi
i tres para mañana

Como nos podemos dar cuenta, el sinsentido es lo que domina en estas formas de juego verbal y son precisamente el elemento que el niño disfrutará más en las jitanjáforas que no deben ser comunicadas para “aprender” sino para jugar. ¿Hay algo para aprender en una jitanjáfora? la respuesta es un NO rotundo. Hallarle el sentido al sinsentido es forzar el juego para darle un sentido práctico que realmente no posee. El más inmediato tal vez sea el de ayudar al niño a percibir el sentido del ritmo, que, como señala Martha Salotti en su libro La lengua viva,

el niño descubre […] cuando juega, golpeando sincrónicamente en la mesa, con un juguete.

Ritmo es el que entresaca el bebé, de las palabras de la hermana, cuando hace girar en el aire su manita, mientras ella recita:

¡Qué linda manita tengo yo;
chiquita y bonita, que Dios me la dio!

[…] Los ritmos impiden que el sonido caiga en el féretro de las letras muertas, que se vuelva solamente palabra escrita. Sobre esa rigidez […] prima la fuerza de los ritmos, que lo hacen llegar a nosotros ordenado y vivo.

Su práctica en un aula no radica en el conocimiento racional que se pueda lograr, sino en el conocimiento estético, intuido por el niño, sobre la capacidad de las palabras; asimismo, se puede lograr animar al niño a leer o a inventar sus propias jitanjáforas con unas simples propuestas.
Aquí algunos ejemplos de Jitanjáforas:

Periquito el bandolero
se metió en un sombrero.
El sombrero era de paja,
se metió en una caja.
La caja era de cartón,
se metió en un cajón.
El cajón era de pino,
se metió en un pepino
El pepino maduró
y Periquito se escapó.

Esta otra jitanjáfora, como la anterior, es de Perú:

El Rey Arturo vendió su castillo
para casarse con Marisol.

Marisol vendió su calzón
para casarse con Sansón.

Sansón vendió su hacha
para casarse con Natacha.

Natacha vendió su baúl
para casarse con Paúl.

Paúl vendió su diente
para casarse al dia siguiente

Como vemos, son juegos verbales, pero que exigen un conocimiento poético. Un ejemplo más trabajado es éste de Juan Morales Rojas:

¿Y por qué yo, poeta,
no he de inventar palabras
como sacaraluna,
besiamor, hojiplata,
bellisol, clarirrío,
oriluz, fulginácar,
melibeja, luzbrina,
vinosía y sedánima?…
Yo soy un académico
que sílabas engarza
y partero que alumbra
oriluz de metáforas.
Con besiamor las huello
donde hallo mi sedánima
o abajo en clarirrío,
brisa azul y hojiplata
o me habo centinela
de mi sombrialargada
esperando a Cupido
y a melibejas áureas,
mientras sacaraluna
de puriamor se embriaga
entre un luciderazgo
de vinosías báquicas
que fulgibrinen ténues,
que centiguarden cáutas
homivital anhelo
que arriba eterniaguarda.
Puedo, pues soy poeta,
inventar mis palabras
que bellos oriluces
al pueblo le regalan.

De esta forma, al final, la palabra se revela ante el niño con su poder creador y su capacidad lúdica que señala el inicio de un verdadero amor al lenguaje y luego al texto. Como vemos, un ejercicio que cualquier padre o docente puede enseñar a sus hijos desde los 3 años.

14 Responses to "Jitanjáfora: juego y poesía"

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  2. dora olano revatta   19 Febrero, 2013 at 18:39

    las jitanjaforas deben ser practicadas por todos los niños para que se incremente en ellos su vocabulario y la fluidez del lenguaje al menos en los niños menores de 5 años de edad
    Estare muy agradecida si publican mas jitanjaforas

    Responder
  3. GLORIA RIVERA MARTINEZ   22 Abril, 2013 at 1:21

    Pedro cuadro,
    Pablo nublo,
    Nadan sin rumbo
    Buscando a jumbo.

    Responder
  4. Patricia   3 Julio, 2013 at 1:24

    No sólo los niños menores. Mis estudiantes de 10 años se divierten con ello y encuentran muy entretenido poder aprender jugando.

    Gracias por la publicación

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  5. Ursula   24 Agosto, 2013 at 16:39

    Muchas gracias, no conocía mucho sobre las jitanjáforas. Ahora que estoy mas informada, estoy segura serán de gran beneficio para el desarrollo del lenguaje de mis futuros alumnos 🙂

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  6. jim   15 Septiembre, 2013 at 17:44

    exelentes trabajos gracias

    Responder
  7. shar   29 Septiembre, 2013 at 5:18

    Muchas gracias, me fue de mucha ayuda la publicación, estoy seguro que los chicos se divertirán.

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  8. magalichambi   12 Marzo, 2014 at 16:56

    Excelente información, es de mucha utilidad para mi trabajo con niños menores de 5 años, GRACIAS

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  9. ELIAN LUISA PAHUACHO VASQUEZ   7 Junio, 2014 at 11:54

    GRACIAS POR LA INFORMACIÓN

    DE VERDAD PORQUE CUANDO MI HIJA TRAJO YO LE DIJE QUE HABÍA COPIADO MAL LA TAREA Y ME DESENGAÑE GRACIAS A USTEDES

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  10. Ivonne   17 Agosto, 2014 at 17:46

    Gracias por su aporte es de gran utillidad para realizar juegos verbales con los niños

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  11. flor mery chambergo campos   17 Septiembre, 2014 at 20:02

    gracias por los aportes la verdad me sirve para aplicarlo con mis niños

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  12. edith gamarra   22 Octubre, 2014 at 19:52

    Gracias por. Los ejemplos ya entendí lo de jitanjaforas para enseñar a mi hija de 8 años

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  13. maribel saldaña gutierrez   27 Octubre, 2014 at 16:23

    es muy interesante estes juegos verbales ayuda al niño y niña a deliberar sus emociones y a incrementar su vocabulario

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  14. roxana hoces   8 Febrero, 2015 at 12:33

    Excelente articulo!, las jintajáforas permanecen en la memoria del hablante…

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