Adivina, adivinador… Adivinanzas en Inicial

Las adivinanzas han tenido un lugar importante en la historia de la humanidad, desde ser un juego a ser parte de retos heroicos (Edipo), pero siempre han servido para poner a prueba el ingenio y la inteligencia del oyente. Giani Rodari, en su conocida “Gramática de la fantasía”, señala que es un ejercicio de lógica y de imaginación a la vez. De hecho tiene razón, es una especie de juego y reto que se practica en casi toda cultura y siempre con diferentes fines. Encierra en su proposición un desafío para el oyente (al que se le hace la pregunta) y un reclamo de lo mejor del repertorio mental del mismo. Yendo por caminos más analíticos (aquí sigo la ruta de William Hugh Jansen, conocido folclorista norteamericano)  podemos afirmar que el que pregunta tiene una especie de “poder” por ser el poseedor de la respuesta correcta, es un juego que invita a vencer al que nos pregunta (reta), de tal forma que, a diferencia de un chiste, cuando nos hacen una adivinanza cuya respuesta ya conocemos no decimos: “ya me la sé”, sino que esperamos a que nos la hagan y damos la respuesta para “vencer” al que nos reta.

Un ejemplo típico es “Chiquito como un ratón, cuida la casa como un león”; la respuesta de ”el candado” es por muchos conocida y de hecho esta adivinanza funciona como la adivinanza de iniciación en los más pequeños que apenas la aprenden empiezan a preguntar a sus amigos y familiares, los adultos casi siempre simulan no conocerla para afianzar la confianza en él.

Lo genial del juego de las adivinanzas es que recurren básicamente a las metáforas, alegorías o símbolos para plantear los retos; se suma a esto, en muchas ocasiones, la rima que “ennoblece” el juego acercándolo a la poesía (mas que a la simple pregunta) un ejemplo nos lo da el mismo Cervantes en su obra La Galatea:

¿Quién es el que a su pesar
mete sus pies por los ojos
y sin causarles enojos
les hace luego cantar?

El sacarlos es de gusto
aunque a veces quien los saca
no solo su mal aplaca
mas cobra mayor disgusto

La respuesta es: el preso; aún con el pasar de los siglos la representación de este personaje y los símbolos referentes siguen siendo actuales: el preso mete sus pies por los grilletes, la canción es el sonido que hacen las cadenas, cuando lo liberan está contento, el “aunque” tiene lugar porque a veces pueden liberar a un preso para llevarlo al cadalso (esto más propio de la época del mismo Cervantes) o a un trabajo más pesado que las mismas cadenas.

Otra adivinanza plena de metáforas e iniciática en la vida de muchos niños es la clásica:

Una señorita
muy aseñorada
llena de remiendos
y sin ninguna puntada

La respuesta de “la gallina” revela las metáforas usadas: la gallina con el pecho inflado se asemeja a una señorita orgullosa (‘aseñorada’) y los remiendos a los varios colores de sus plumas que parecen parches o remiendos de ropa.

Las adivinanzas son un recurso valioso para ejercitar la imaginación, memoria, versificación y lenguaje a cualquier edad. Pero, más allá de las ventajas educativas es preciso rescatar el aspecto de “actuación” que tienen, usualmente con la palabra.

Adivinanzas en el nivel de Inicial

Si bien las adivinanzas van aumentando en dificultad según la edad del oyente convirtiéndose en acertijos y luego en problemas que muchas ciencias aprovechan como la parte lúdica de las mismas, el reto de los maestros es recuperarlas como parte del juego verbal, porque ciertamente la palabra es lo vital de una adivinanza, si no recordemos el famoso:

Oro no es
Plata no es
Abre la cortina
y verás lo que es

Donde el énfasis en la línea de “PLATA NO” ayuda a revelar la respuesta: “el plátano”.

Una bonita experiencia en una clase del curso de Literatura Infantil para Inicial, con alumnas que ya trabajaban, permitió facilitar el acceso a la adivinanza para los más pequeños al mismo tiempo que se resaltaba el aspecto lúdico con movimientos corporales. La idea era tratar de representar con movimientos el o los objetos a los que hacía referencia la adivinanza, acercándonos a los mimos, se pudo incentivar a los mismos pequeños a que hagan alguna adivinanza. Un ejemplo podría ser el siguiente:

Chiquito como un ratón (se hace la señal con la mano de algo chiquito; es elegible, para facilitar la respuesta, hacer como si se estuviera echando llave al candado);

cuida la casa (se hace la señal de bloqueo similar a un arquero esperando un penal);

como un león (se hace como un león rugiendo con las manos levantadas, se puede terminar la adivinanza con un rugido).

Dependiendo del grupo puede ser recomendable no inundarlos de datos o formas y centrarnos en ser enfáticos con los movimientos en la parte que revela más información.

La experiencia que llevaron a cabo las alumnas fue reveladora y satisfactoria: veían a sus pequeños alumnos a la hora de salida hacer la adivinanza, con todos los movimientos, a sus padres y a ellos orgullosos por ver a sus hijos más despiertos y preguntones. Por otro lado pudieron ver que una misma adivinanza a veces no funcionaba de la misma forma en grupos diversos, el grado de la metáfora que usaba a veces revelaba el poco manejo de referentes (esencial para poder imaginar y relacionar) que tenían algunos niños.

Terminamos esta nota con algunas adivinanzas que considero se pueden usar a este nivel con mucho provecho con esta dinámica:

Adivina quién soy,

adivina quién soy

que cuanto más y más lavo

más sucia estoy

EL AGUA

Una cajita muy chiquitita

y blanca como la cal

que todos saben abrir

pero ninguno cerrar

EL HUEVO

Soy una santa con nombre de flor

y a pesar de este retrato

me confunden con zapato

LA SANDALIA

Vuela sin alas,

silba sin boca,

pega sin manos

y no se toca

EL VIENTO

Yo-yo me subo

yo-yo me bajo;

si lo adivinas

eres muy sabio

EL YO YO

Muchas más adivinanzas y bien agrupadas las podemos encontrar en este enlace.

One Response to "Adivina, adivinador… Adivinanzas en Inicial"

  1. Melina   26 Agosto, 2011 at 10:26

    Muy buena pagina para disfrutar de buena lectura siendo divertida!!!

    Responder

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